Lo que le encargan a Mas
Hay en Catalunya una corriente de fondo que todos los sondeos detectan de manera unánime: el tripartito genera un alto rechazo
Esta señora diputada lleva muchos años viviendo de la política (antes de ocupar su actual escaño fue cargo de confianza en un ayuntamiento del segundo cinturón barcelonés) y tal vez esta circunstancia no le permite entender que la sociedad acostumbra a moverse más rápido y con más libertad que los peones de los partidos.
Pero vayamos a lo sustancial. Hay en Catalunya una corriente de fondo que todos los sondeos detectan de manera unánime: el tripartito genera un alto rechazo, incluso entre muchos de los votantes de las fuerzas que lo sustentan. Mi querida diputada no ha entendido algo elemental: en las democracias contemporáneas, los cambios de ciclo no se producen porque alguien gane las elecciones, sino porque hay una opción que las pierde. Así funciona el juego y basta observar los comicios en España desde 1977 para ilustrar este principio. Por tanto, y siendo precisos, todavía no hay nada que pueda llamarse "la buena nueva de Convergència", pero sí es palpable, en cambio, una caída imparable de la marca tripartita, asumida incluso (en público o en privado) por consellers del Govern Montilla. Pasar de criticar al tripartito a votar a Mas no es algo que suceda de forma mecánica y general, obviamente. Por eso los dirigentes de CiU no deberían vender la piel del oso antes de cazarlo. Con todo, emerge, poco a poco, una realidad inesperada que puede ser determinante en las urnas. Veamos.
Lo que voy a contar no tiene pretensiones estadísticas. No es un estudio cuantitativo ni lo pretende. Es una mera observación cualitativa, que señala un desplazamiento de opinión, sobre todo entre ese tipo de ciudadano informado y activo que influye en su respectivo entorno profesional y social. Nunca hasta hoy, desde que CiU pasó a los bancos de la oposición en el 2003, me había encontrado con tanta gente que, de manera abierta y espontánea, me contara que ya ha decidido votar a la federación nacionalista en las próximas elecciones catalanas, y que lo hará "porque así no podemos seguir más tiempo". Unos se presentan como antiguos votantes de otras siglas (ERC, PSC y PP), otros admiten que han sido abstencionistas, y hay un grupo que asegura "volver", tras probar otras ofertas.
Los más interesantes, desde el punto de vista sociológico y político, son los que dicen encontrarse lejos del ideario convergente pero, a la vez, ven la candidatura de Mas como "la única herramienta que se nos ofrece hoy para desatascar el país". La existencia de esta franja –no sé si serán 2.000 o 200.000 votantes– indica que hemos alcanzado un grado de madurez democrática superior. Si el ciudadano empieza a saber que el voto es un instrumento modulable más que una adhesión inquebrantable, el sistema se hace más fuerte y afinado. Se vota según las convicciones e intereses, pero también según la necesidad concreta de cada momento histórico. ¿Qué necesita Catalunya en estos momentos? Personas de posiciones diversas coinciden en lo que no necesita: un tercer tripartito. ¿Y quién puede frenar la repetición de tan desacreditado modelo? Sólo Mas. Serán votos prestados, la mayoría de ellos. Unos sufragios nada incondicionales, que hacen un encargo claro al presidenciable de CiU: haga funcionar el Govern, atrévase a tomar decisiones
estratégicas, y póngase al frente del país para que Catalunya salga del atolladero y vuelva a ser respetada.
No hablo de ninguna entelequia. Valga como ejemplo de este tipo de ciudadano el ilustre Pere Ayguadé, importante prohombre leridano, vinculado a varias iniciativas empresariales, sociales y culturales, diputado socialista en el Parlament durante las tres primeras legislaturas de la democracia y, más tarde, partidario de la candidatura de Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat. Ayguadé desea un cambio y lo expresa públicamente. El 6 de noviembre del 2009, escribió lo siguiente en Segre: "Yo aplaudo la idea de Artur Mas de la Casa Gran del Catalanisme, porque me permite,
junto con muchos otros, aportar nuestras verdades para abrir y superar el espacio de discusión, colaboración y reflexión partidista a toda la sociedad, que nos conducirá a un programa de cambios que sumen en vez de restar, y multipliquen en vez de dividir. Agradezco la oportunidad que me da la Casa Gran para aportar humildemente mis ideas en contra de los que las desprecian en la cultura del ordeno y mando". La diputada antes mencionada seguro que conoce a la perfección esa cultura, gris y alicorta, del "ordeno y mando".
El tripartito ha tenido dos oportunidades y ha fracasado. Esta vez, votantes poco o nada cercanos a CiU darán su confianza a Mas para que enderece la nave. El líder nacionalista debe gestionar con inteligencia, ya desde ahora mismo, este capital de modesta ilusión por descarte.
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I aquí teniu els amables comentaris del senyor Miguel Angel Martin " ese tipo de soberbia autocomplaciente que, a la larga, te convierte en ciego y sordo ante la realidad", que deia en Francesc-Marc si no els llegiu bé clikeu sobre la imatge
9 comentaris:
Buf, que bo l'article del F. Marc.
I buf que patètic el M. Àngel aquest.
D'això es tracta Joan, això volia fer entendre publicant les dues coses juntes, si no saps ser humil quan manes o les coses et van de cara, no és que et sigui contraproduent només ... és que resultes patètic
Aquesta “manera oberta i espontània” de parlar-li la gent qu es troba no deu ser del cinturo industrial. Per les eleccions a l’entrada de les escoles els interventors i d'altres passen llista. Està tot molt globalitzat institucionalment parlant.“Posiciones diversas” aquest nou govern si es vasa en això ¿no serà igual que el Tripartit, posicions diverses? El q no es fa responsable dels seus actes-accions no és adult. A vegades és el nostre l'orgull ¿No? . ¿Viuen i vivim a Matrix?
Es diria que ells sí que viuen a Matrix ... a veure si entre tots els hi treiem la connexió del clatell amb una bona garrotada electoral
El que és bo, és l'escrit de la Rahola d'avui referent al sr Ramoneda d'ICV. Chapeau Rahola !!!
Ara el busco ....
Molt bé el de la Rahola, aquests pijo-progres, encara es creuen capaços de donar lliçons de "menestralia" als convergents
L'article del Francesc Marc Àlvaro és realment interessant. Reflecteix una realitat, ja no pel fet positiu envers els convergents sinó pel fet de deixar clar que "comencem a ser més madurs en els paràmetres democràtics".
Aquest és també un motiu per a cercar el "govern dels millors" que proclama Mas. Des dels liberals creiem que l'excel·lència és el futur i CiU en pot ser clau.
Sí Artur, el que en el fons diu en FM és que el polític és un "public servant" i això no ho ha de perdre mai de vista ... i això també és liberalisme
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